El mensaje mensual de Cáritas Diocesana nos indica que Cristo Resucitado, Señor de la Misericordia, nos llama para que las personas estén en el centro de nuestra acción: las que se acercan a Cáritas en busca de escucha, comprensión, ternura… y las que ponen su tiempo, esfuerzo, compromiso y ayuda económica para atenderles y acogerles. En el corazón de nuestra acción están las personas. El reto de nuestra cáritas parroquial es acompañar a las personas que se encuentran en riesgo de exclusión hacia un desarrollo completo y lo podemos hacer gracias a la confianza que depositáis en nosotros con vuestro apoyo personal, con la oración y con vuestra colaboración económica, que hacemos patente, de manera especial en la colecta que vamos a realizar.
